sábado, 4 de agosto de 2012

La carretera, Cormac McCarthy

La carretera transcurre en la inmensidad del territorio norteamericano, un paisaje literalmente quemado por lo que parece haber sido un reciente holocausto nuclear. Un padre trata de salvar a su hijo emprendiendo un viaje con él. Rodeados de un paisaje baldío, amenazados por bandas de caníbales, empujando un carrito de la compra donde guardan sus escasas pertenencias, recorren los lugares donde el padre pasó una infancia recordada a veces en forma de breves bocetos del paraíso perdido, y avanzan hacia el sur, hacia el mar, huyendo de un frío «capaz de romper las rocas».

Sinceramente, cuando leí el argumento, imaginé una cosa completamente distinta a lo que me he encontrado al leer esta novela.

Las peripecias del padre y el hijo se limitan a encontrar comida, esconderse de los malos y evitar que les roben lo poco que tienen. Y eso es todo. No pasa nada que nos intrigue o nos haga querer seguir leyendo para ver que pasa. No pasa nada que le dé un poco de emoción al libro. Cada día es igual que el anterior.

Bajo este planteamiento, uno espera encontrarse una novela de aventuras, quizás algo de terror o, como mínimo un poco de acción. Pues bien, de éso, nada de nada. Las peripecias ja unas pistas para que nosotros nos hagamos una idea. Se limita a contar cómo el padre y el hijo viajan siguiento una carretera con su carrito de supermercado, intentando llegar al mar, donde piensan que encontrarán la solución a sus problemas. No sabemos cómo se ha llegado a esa situación, pero es que tampoco sabemos nada de la vida del padre y del niño o de quienes son la gente mala (y digo gente mala o los malos porque así los llama el propio McCarthy)

Los diálogos entre padre e hijo son tan ridículos, monótonos y repetitivos que, leido uno, los has leido todos. Digo yo, que para ser las únicas personas con las que podían hablar, ya podían tener conversaciones más interesantes.

Si todo fuera que yo me hice una idea equivocada al leer el argumento y que, en realidad, la novela trate sobre la relación entre un padre y su hijo y el ímpetu de aquél por salvar la vida de su vástago..., pero es que ni con esas se salva el libro. La relación padre/hijo es tan insustancial como el resto de la novela.


Por decir algo bueno de la novela, pues que la ambientación está muy bien conseguida y desde el primer momento nos hacemos una idea de un mundo triste y gris (literal y metafóricamente hablando) en el que la vida se ha vuelto casi imposible.

Pues eso, que ha sido una gran decepción. No entiendo como algunos críticos literarios pueden calificar este libro como una gran obra.

2 comentarios:

  1. Uffs... gracias por la crítica. Lo tendré en cuenta.
    Besotes

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  2. Para mí, no es novela, sino poesía, y por eso, como en la buena poesía, no pasa nada, no debe pasar nada.

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